Proyecto de 40 horas: qué pasará con las compensaciones de horas extra y el artículo 22
Tras la aprobación del proyecto en la comisión de Trabajo del Senado, la iniciativa deberá ser debatida en Sala al retorno del receso legislativo.
La comisión de Trabajo del Senado aprobó unánimemente este miércoles todas las indicaciones del proyecto de ley que reduce la jornada laboral de 45 a 40 horas semanales.
En concreto, la iniciativa pasó a su discusión en la Cámara Alta, debate que comenzará luego del receso legislativo llevado a cabo en el mes de febrero.
Luego de la votación, la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, le dio las gracias a los miembros de la comisión y señaló que fue “un muy buen debate. Ha habido un ánimo de enriquecer el proyecto”.
“El corazón central es que reduce la jornada de 45 a 40 horas con gradualidad para cuidar el empleo“, agregó la secretaria de Estado.
¿Qué pasará con el Artículo 22?
Entre las indicaciones aprobadas para este proyecto que reduce la jornada laboral a 40 horas, se definió un cambio al artículo 22 del Código del Trabajo, el cual establecerá que “la duración de la jornada ordinaria de trabajo no excederá de cuarenta horas semanales”.
Además, se indicó que se “reducirá el rango de aplicación a quienes estén exentos de la jornada regular del Art.22”.
Asimismo, se estableció el reconocimiento legal de los sistemas de control electrónicos, así como la posibilidad de tener cuatro días de trabajo y tres de descanso.
De igual forma, el Ministerio del Trabajo deberá crear el reglamento para regular jornadas excepcionales. Mientras que deberá existir un apoyo directo de la Dirección del Trabajo y del Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (Sence), a las micro, pequeñas y medianas empresas para la implementación de 40 horas y productividad.
¿Qué pasará con las horas extras?
En tanto, respecto a las horas extras, la comisión de Trabajo del Senado aprobó la existencia de la posibilidad de compensar las horas de trabajo extraordinarias por hasta cinco días feriados.
De la misma forma, se fijó que la reducción de la jornada laboral no puede implicar una disminución de la remuneración de los y las trabajadoras que se benefician de ella.
