El Ciudadano ADN llega hasta el Liceo Pedro Aguirre Cerda en Calle Larga: así aporta el Modelo Pionero en toda la comunidad

El Ciudadano ADN salió del estudio y llegó, este martes, hasta los pasillos del Liceo Técnico Profesional Pedro Aguirre Cerda, en la comuna de Calle Larga, región de Valparaíso. Con un calor distinto al de la capital, y de fondo el sonido de pájaros y niñas y niños corriendo por el patio, Sandra Zeballos y Cristian Arcos pudieron ver y escuchar los alcances del Modelo Pionero de Anglo American. 

La directora del establecimiento, Natalia Fuentealba, y la alcaldesa de Calle Larga, Dina González, entregaron los detalles de los alcances de esta relación en beneficio de toda la comunidad educativa:

Con breves 11 años de trayectoria, para la directora el Modelo Pionero ha sido una oportunidad: «Hoy tenemos el propósito de convertirnos en un centro de innovación. Estamos en proceso de construir un ágora para generar actividades en patio, también en innovación tecnológica y también estamos comprometidos con el aprendizaje de tecnologías activas, lo que tiene un impacto en la comuna. Esto se hace en el territorio, no fuera. Los estudiantes van al territorio e involucra generar redes y vínculos con la comunidad y recoger sus necesidades. Estamos contentos porque recibimos el apoyo de la autoridad comunal, el respaldo de la comunidad y porque hemos visto que hay cambios».

Para la alcaldesa, en tanto, el foco está en hacer de los estudiantes ciudadanos activos: «Los colegios ya han implementado modelos que terminan con un número y se nos olvida que somos personas. Pero cuando logramos involucrar a la comunidad en el quehacer, vamos forjando personas y haciendo del territorio un mejor lugar dónde vivir. Y también ser más felices».

Las aspiraciones de la directora y la alcaldesa van incluso más allá: disminuir la desigualdad poniendo el foco en los mismos estudiantes y que ellos entreguen soluciones a las problemáticas de la misma comuna. Así, por ejemplo, una representación tácita de estas palabras son los sistemas de riego usados en el huerto tecnificado dentro del mismo establecimiento. «Son proyectos que tienen continuidad con la zona rural que es acá. Y además generar liderazgo: un técnico con competencias blandas se puede mover en el siglo XXI», dijo la directora Fuentealba.

Y ese desarrollo de competencias blandas fue contraintuitivo al estado de las salas de clases a nivel nacional: el regreso a la presencialidad tuvo como consecuencia un aumento en los índices de violencia escolar. Pero la directora aseguró que el vínculo entre estudiantes, profesores y vecinos pudo mostrar «un impacto positivo». E incluso, dijo la alcaldesa González, fue también escucharlos y así, formar líderes y demostrar nuevas formas de «hacer política».

«Frente a la incertidumbre, uno debe tener capacidad de diálogo para entregar respuestas inmediatas y tener mirada de futuro: escuchándonos podemos encontrar soluciones. En ese sentido, vemos cómo el equipo de profesores, valioso en sí mismo, ha crecido en los últimos cuatro años: en manejo de tecnologías, en trabajo en aula, en fortalecer lo socioemocional. Los profesores están empoderados en hacer cosas distintas y desde su rol profesional, darles espacios a los jóvenes (…) La experiencia se construye en conjunto: es la sinergia de tener claro el objetivo final, que es fortalecer el aprendizaje y la formación del ser humano», cerró la directora.

Nuevas formas de aprender: Mizraim Arancibia, y Matías Rivera

La profesora Mizraim Arancibia coordina el departamento de Humanidades del Liceo Pedro Aguirre Cerda. Matías Rivera cursa primero medio. Y es quizás en la voz de él que se pueden dimensionar los efectos del Modelo Pionero.

«El liceo es bastante bueno, los profesores te enseñan de buena manera. El día a día es bastante bueno. Yo soy de Los Andes y me quedé acá porque el liceo es bastante bueno: los profesores, los alumnos. La gran mayoría son bastante respetuosos y buena gente. Este es mi primer año», dijo el estudiante.

Mizraim, en tanto, sostuvo este buen diagnóstico de Matías en múltiples factores: «Con las nuevas metodologías de aprendizaje que estamos adquiriendo se potencia mucho más: el trato colaborativo e interdisciplinario genera este entremado que nos permiten relacionarnos mejor (…) Las metodologías activas tienen que ver con empezar a accionar con los estudiantes. Nuestra metodología es ABP: aprendizaje basado en proyectos. Reconocemos una problemática y desde allí, desarrollamos un proyecto. Entre todos, con todos nuestros saberes, los ponemos al servicio de lo que se va a desarrollar».

Y por cierto, ese mismotrato cambió -para bien- la convivencia en las aulas.

Deporte y tecnología

La profesora Constanza Toro enseña matemáticas y coordina el departamento de Ciencias. El regreso a la presencialidad, tras dos años de clases telemáticas, tuvo como desafío imperante la reeducación de habilidades sociales. Así, la creatividad fue punta de lanza para lo que había que hacer.

» Todas las actividades han tenido una importancia significativa, pero la más reveladora fue la corrida a principios de año, con los segundos medios: invitamos a vecinos, estudiantes, apoderados. Eso se cruza con venir de la pandemia y las clases online. Hacemos el cruce de llevar el proyecto pensado a algo presencial, que tuvo un impacto fuerte en la comuna: ayudar en lo físico y lo mental. Fue súper potente el proyecto», contó.

Jonathan Toro, estudiante de segundo medio, formó parte de grupo que estuvo detrás del evento: «Fui a la corrida. Llegó mucha gente. Estuve encargado de seguridad. Igual aporté en animar. Estuve muy movido en ese sentido, para que fuera una experiencia bonita para nosotros y para los que llegaron a participar. Quedé contento, muy contento (…) El ambiente (en el colegio) es agradable, el entorno, compartir con profesores que nos motivan a estar cada día acá. Es increible, es grato, es mi segunda casa. Siempre siento el apoyo de los profesores, con los compañeros estamos muy unidos, nos apoyamos cuando se puede, y tanto los profesores como nosotros somos una familia».

Y pese a las desagravios de la pandemia, esta permitió que la misma comunidad se apropiara de la tecnología: «Usar otras herramientas, hacernos más amigos del computador. Quizás este liceo hoy no cuenta con gran tecnología, estamos recién innovando, nos cuesta el internet, pero hemos sabido sobrellevar ciertas situaciones: tenemos tablets, usamos word, Canva. Son herramientas que llaman a trabajar con cierta profundidad y es siempre desafiante para los profesores (…) Tenemos momentos en que trabajamos todos en conjunto. Existe una cercanía donde podemos preguntarnos por ayuda», cerró la profesora.

Un invernadore, una mesa de ajedrez y más

Alberto Jesús López visitó otro de los lugares dentro del mismo establecimiento que permitió ver los beneficios del Modelo Pionero: el invernadero. Diego Sol, un estudiante del Liceo, desarrolló el objetivo detrás de la idea:

«En este proyecto se originó en base al recurso hídrico de la zona. Calle Larga tiene muchas zonas verdes, pero siempre pasa que queda un charco que mostraba un uso ineficiente del agua. En eso comenzamos a construir esta zona, en 2021, y así empezó nuestro proyecto».

La automatización de la ventilación, la iluminación y el riego, según complementaron también los estudiantes María Fernánda Chacón y Matías Gárate, permitió que se pudiera cultivar acelga, cebollín, betarraga, menta, tomate y otras especies. 

Innovación: la clave del Modelo Pionero

El Liceo Técnico Pedro Aguirre Cerda, de Calle Larga, tiene también su propio consejo asesor para la innovación. Lilia Aguirre es la encargada de coordinarlo. Sobre su origen, explicó: «Nace para darle una formalidad a las empresas con las que trabajamos».

La coordinación tiene vínculo con la comunidad de la región: Valentina Casanova es parte del departamento de adminisión de la Universidad Técnica Federico Santa María. El trabajo con el Liceo ha sido de gran satisfacción para la casa de estudios de educación superior: «Estamos muy contentos de este momento y esta instancia. El Liceo ha tenido un compromiso permanente con su población y con los estudiantes. El convenio está enfocado en poder hacer aún más cercana la relación con el liceo y fortalecer espacios que como universidad podemos cubrir. Hemos podido desarrollar actividades para estudiantes con participación en nuestras sedes con el área técnica profesional. Consideramos valioso también el aporte de la docencia para fortalecer a los profesores del liceo. Eso es responsable y significativo. Damos la posibilidad que los estudiantes que han elegido una carrera técnica en el Liceo puedan conocer cómo es en la Universidad y en caso de ser posible, que sea también una ingeniería. Eso se fortalece constantemente».

Casi la mitad de los estudiantes de cuarto medio pretende llegar a la universidad y eso, dijo Valentina, «tiene que ver con los cursos y la relación que tienen con la universidad. Eso les ha abierto un mundo y hemos mejorado considerablemente el ingreso a la universidad».

La normalización de la red eléctrica de Bomberos, la recuperación de espacios en la misma comuna y la remodelación de otros tantos son un incentivo y un resultado del trabajo coordinado y vinculado entre la comunidad y el Liceo.

La vida fuera del aula

Cristian Arancibia es gerente de innovación de la empresa MG Certifica, otra de las entidades que trabaja a la par con el Liceo. Lilia Aguirre aseguró que esta alianza permite preparar de mejor manera a la comunidad para enfrentar el mundo laboral.

«Nos dedicamos a hacer evaluación en la industria minera, trabajadores de primera línea. Hemos recogido información sobre las competencias laborales que son condicionantes para ejecutar ciertas actividades de manera productiva y segura. Nosotros tenemos información de competencias, alcances y conocimientos que dan cuenta de la relevancia para formar a futuros trabajadores de la industria en general. Con el Liceo encontramos la forma de poner a disposición esta información a la comunidad, para que cuando se inserten en el mundo laboral, sean trabajadores más seguros, competentes y productivos. Es información que usan las empresas contratistas para mejorar las competencias de sus trabajadores hoy (…) Nosotros apuntamos a mejoras en la productividad. Por tanto es información corriente, válida y muy atingente para que los trabajadores tengan compentencias desarrolladas y que no caigan en desviaciones que afecten la seguridad», contó Arancibia.

Aguirre, en tanto, aseguró que «los niños salen con un plus adicional. Esto es relevante en cuanto a la cercanía con la empresa. Los alumnos lo reconocen y tienen pasantía en algunas empresas. La mayoría de los niños que hacen esa pasantía son los que mayoritariamente entran a la universidad. Es el impacto que provocan las empresas con el liceo (…) Hicimos un perfil del estudiante sobre las competencias del siglo XXI de los estudiantes».

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