General Ricardo Martínez presentó su renuncia al cargo de comandante en jefe del Ejército

El ahora comandante en jefe del Ejército, Ricardo Martínez, presentó su renuncia este miércoles, durante la cuenta pública del Ejército. La acción ocurre un día antes que comparezca frente a la ministra Romy Rutherford, encargada de las investigaciones relativas al llamado «milicogate», relativas a los gastos reservados de las Fuerzas Armadas.

«He servido en esta noble institución por 46 años, y muy lejos en mi, y por el respeto a los miles de hombres y mujeres que sirven a Chile desde sus filas, causarles inconvenientes o que se vea de algún modo afectada por una situación que afecta a su comandante en jefe», repasó el general Martínez.

Luego añadió hacia el final de su alocución: «Es por lo anterior, y pese a que debiera contar con la presunción de inocencia de que goza todo ciudadano pero que en la práctica aplica para algunos y no para todos, comunico que he resuelto presentar al Presidente de la República mi renuncia al cargo de comandante en jefe del Ejército».

«Reitero mi inocencia y hago presente que nunca he estado ni estaré por sobre la ley, pero tampoco me corresponde que esté por debajo de la ley», añadió luego el general.

Valores, estallido y «milicogate»

Dentro de su discurso, el ahora excomandante repasó la confianza que la ciudadanía tiene en el Ejército que hasta hace minutos dirigía: «Un Ejército que no transmite confianza a sus compatriotas, un Ejército que no se configura como una expresión más de la chilenidad, es un Ejército que poco a poco va perdiendo el cariño y afecto del cual se sostiene para el cumplimiento de sus tareas constitucionales y legales«.

La declaración tiene una lectura particular si se toma en consideración que todos los comandantes en jefes del Ejército que han estado en el cargo han sido llamados por la ministra Rutherford por los posibles desfalcos dentro de la institución.

Otro de los puntos que se abordó Martínez fue el estallido social ocurrido en 18 de octubre de 2019: «La crisis social que vivió el país, que no es un tema que este comandante en jefe analice o comente, puso de manifiesto la inquebrantable vocación republicana del Ejército, los pocos eventos que han involucrado a personal del Ejército por el uso de la fuerza, incluyendo armas letales, fueron principalmente las primeras 48 horas del despliegue».

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«Esto, a raíz de la falta de instrucción y experiencia en el control del orden público, ya que estas materias hace más de 30 años que no forman parte del entrenamiento regular de nuestras tropas», desarrolló el renunciado comandante en jefe.

Hacia el final de su discurso, repasó el actuar de las altas autoridades de esa rama de las fuerzas armadas: «El alejamiento de los principios éticos no es aceptable ni tolerable, menos en el Ejército. Por este motivo y a raíz de los lamentables sucesos que nos impactan hasta el día de hoy, de acciones pasadas, y que ha puesto en tela de juicio a personal de la institución de distintos grados, es que trabajamos en el diseño de un modelo de prevención del delito, implementado en 2020″.

«Es una iniciativa inédita en las Fuerzas Armadas, que busca precaver con oportunidad la ocurrencia de malas prácticas al interior de la institución. La implementación del sistema de prevención de delitos tiene por misión dar una respuesta ante las necesidades institucionales de control y prevención de acciones ilícitas al interior del Ejército«, explicó Martínez.

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