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Encuesta sobre inicio del año escolar: el 64% plantea que la vacuna debe ser un requisito para el regreso a clases presenciales

El estudio de la Universidad de Chile involucró a padres, apoderados y cuidadores de todas partes del país.

Foto: Agencia Uno

Foto: Agencia Uno

A pocos días del comienzo oficial del año escolar 2021, frente al anuncio del Gobierno del retorno voluntario, flexible y gradual; el rechazo por parte del Colegio de Profesores a esta medida, y con la campaña de vacunación aún muy lejos del total de la población, son muchas las dudas que han tenido los padres y apoderados sobre si enviar o no a sus hijos a las escuelas de forma presencial el 1 de marzo.

De acuerdo al estudio «Vida en Pandemia» de la Universidad de Chile, para la mayoría de los padres y cuidadores la condición principal para decidir si sus hijos asistirán o no a los colegios son las vacunas. De esta forma, un 64% de los consultados sólo «enviaría a sus hijos/as a clases presenciales cuando exista una vacuna; no antes».

Dentro del desglose, esa sentencia tuvo una aceptación del 67% en las escuelas municipales y del 68% en los establecimientos particulares subvencionados. En tanto, los colegios particulares alcanzaron un 52% de aprobación.

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La segunda condición que los apoderados pusieron sobre la mesa fueron los protocolos de higiene y prevención. Un 37% de los encuestados permitiría el retorno de sus hijos a las clases presenciales «cuando el establecimiento implemente las medidas sanitarias que ordena la autoridad».

Irma Palma, académica de la Facultad de Ciencias Sociales de la U. de Chile e investigadora principal del estudio, sostiene que, en el momento de aplicación de la encuesta, «la apertura de las escuelas aparecía como contradictoria con el dispositivo social del distanciamiento social«.

«Si se debía tener un distanciamiento físico, se preguntaba entonces cómo hacer en sentido exactamente contrario: mover y reunir a grupos, justamente a niños/as, quienes no podrían cumplir las normas del distanciamiento. Lo anterior, a pesar que la estrategia gubernamental aseguraba que era compatible asegurar protección a las personas y viabilizar el funcionamiento de las escuelas», explicó Palma.

El estudio reveló además la opinión de los padres y apoderados sobre la forma en que han sido formuladas las iniciativas del Gobierno en estas materias: sólo un 9% de los encuestados considera que las autoridades han tomado en cuenta su opinión en el retorno a clases, mientras que el rechazo total a esa afirmación alcanza un 73%.

En tanto, sólo un 28% de los consultados considera que la apertura de las escuelas corresponde al interés del oficialismo de que no se vea afectado el aprendizaje de los estudiantes.

Además, un 57% de los apoderados estaba «en gran medida» o «totalmente» de acuerdo con la sentencia «El Gobierno piensa normalizar la vuelta al trabajo de los padres y madres, a costa de exponer a los/as niños/as al contagio del Covid-19».

«El cierre de las escuelas fue una decisión presionada por la sociedad, y la apertura tendría que ser una decisión consensuada entre Gobierno y sociedad y, del mismo modo que hicimos en marzo de 2020, debiésemos hacer del paso a la educación presencial un proceso. Si el paso a la educación que tuvimos en 2020 fue inédito en la historia de la educación, el que vendrá también lo será», concluyó la académica.

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