“Quise manifestarme y ahora me falta un ojo”: Enfermera con trauma ocular busca encontrar a los culpables a un año del 18-O

Durante la jornada del 28 de octubre de 2019, Natalia Aravena recibió el impacto directo de una bomba lacrimógena y pasó a ser una más de aquellos que sufrieron traumas oculares durante las manifestaciones.

A días que se cumpla un año del estallido social, la joven enfermera de 25 años hizo un llamado a través de las redes sociales para encontrar a los culpables.

Alrededor de las 16:50 horas, en las cercanías del Teatro Normandie, ubicado en la calle Tarapacá de Santiago, Natalia llegaba a la manifestación con el objetivo de exigir salud de calidad y atención digna para todos. Pero sin siquiera alcanzar a alzar la voz, recibió el impacto de la lacrimógena.

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Ocurrido el incidente, la enfermera recién titulada nunca perdió la conciencia y recuerda que fue auxiliada por un TENS —técnico en enfermería—. Posteriormente Natalia fue trasladada, primero, a la Posta Central y luego a la Clínica Indisa para ser operada, donde se le informó que había perdido su ojo derecho.

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«Vi un cartel que decía ‘si no te duelen tus pacientes, no te mereces tu título‘. Me hizo mucho sentido, porque la salud en nuestro país no es igual para todos y yo conozco en directo las diferencias entre la salud privada de quienes pueden pagar y la salud pública, por eso quise manifestarme, simplemente por eso y ahora me falta un ojo«, manifestó Aravena.

Con la campaña «Justicia para Natalia» y el eslogan «Ninguna agresión sin respuesta», la enfermera busca testigos, fotos o vídeos que le puedan ayudar en el proceso judicial.

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