Panamá investiga abusos sexuales y psicológicos a niños en centros vinculados al estado
Una comisión legislativa de Panamá encontró irregularidades en centros de acogida para niños y adolescentes. Los menores de edad en situación de vulnerabilidad debían estar supervisados por el estado. El informe detalla niños desnutridos, sin controles de salud, hacinados y viviendo en condiciones infrahumanas.
El documento relata la existencia de un albergue donde se les practicaba abortos a algunas niñas. Otros donde religiosos les quitaban los medicamentos a niños con problemas psiquiátricos y les recomendaban rezar. La comisión indagó durante seis meses el estado de varios de los centros que reciben menores de edad.
El grupo constató que «existen evidencias concretas de abusos, violencia y maltratos físicos a niños, niñas y adolescentes albergados». Las parlamentarias recalcaron que «se abusaba de menores discapacitados, de niños que ya presentaban patologías». El documento fue entregado al ministerio público.
La diputada Walkiria Chandler D’Orcy comentó que «no tenemos una institución que vele por estos niños panameños». La congresista planteó que los abusos físicos, psicológicos y sexuales, fueron corroborados por profesionales de la salud. Unicef evidenció en 2017 algunas irregularidades en los centros.
Los albergues estaban gestionados por organizaciones no gubernamentales y grupos religiosos. Pero cerca de la mitad de los menores estaban bajo la supervisión de la Secretaria de Niñez, Adolescencia y Familia (Senniaf). Chandler D’Orcy expresó a El País que «no hace sentido» que el estado pretenda ignorar que poseía señales. La parlamentaria agregó que «hubiese sido oportuno presentar denuncias en su momento».
El procurador Eduardo Ulloa Miranda recibió el informe y se comprometió a investigar. En agosto de 2020, Foco Panamá reveló irregularidades, abusos a niños y posible trata de niñas en una fundación. El reportaje aseguraba que las denuncias habían sido ignoradas inicialmente por las autoridades.