Suben cerros y escuchan clases por la radio: Así es el día a día de un grupo de niños de Puno
La falta de acceso a las tecnologías en la localidad peruana resulta una dificultad para estos escolares, quienes sortean la geografía del sector para captar señales y recibir sus lecciones.

Se sabe de muchas historias, en Chile y otros países, en que aún hay falta de acceso a los servicios básicos y tecnologías. También hay localidades que están aisladas de colegios, hospitales y almacenes por distintas razones, especialmente geográficas. Tal es el caso de Puno, en Perú, en el que 50 niños deben escalar cerros para captar las señales de radio, a través de las cuales reciben clases.
Un reportaje del sitio La República mostró la realidad de estos estudiantes. Según cifras estatales, el 35% de los niños no cuenta con acceso a medios de comunicación. Incluso algunos optaron por dejar el colegio.
“Yo aprendo por la radio. En mi casa no hay señal de radio peruana. Subo a la cima del cerro para captar la señal. Las personas de la radio hablan muy rápido y no me da tiempo para escribir”, relató Lizandro Aroquipa Luque, un estudiante de 10 años.
Lizandro vive en la comunidad de Kantati Ururi, en el distrito de Cojata, ubicado en la provincia de Huancané. Allí, en el límite con Bolivia, no es posible escuchar emisoras peruanas, por lo que deben caminar cinco kilómetros —acompañados de un adulto— y subir el cerro Katani Jincho para recibir la señal de radio peruana.
Al igual que otros países afectados por el Covid-19, la educación a distancia ha sido la forma de resolver el aprendizaje en tiempos de pandemia. Sin embargo, la contingencia no hizo más que revelar la realidad educativa que el Presidente de Perú, Martín Vizcarra, intentó mitigar con medidas en la materia.
Por supuesto, en Kantati Ururi no hay radio peruana, internet y televisión. De hecho, sus habitantes usan la señal telefónica boliviana para comunicarse, según el reportaje. Los 50 niños no son los únicos que deben subir cerros para aprender por radio: otros cientos de escolares de la zona se las ingenian para recibir sus lecciones, pese a los obstáculos geográficos.