Se descartó versión que exculpaba a la policía de desaparición de joven argentino
Se eseran pruebas de ADN de las camionetas que gendarmería usó el 1 de agosto.
La gendarmería argentina no logró dejar de ser sospechosa por la desaparición de Santiago Maldonado, el joven al que se le perdió la pista el 1 de agosto tras la represión en la Patagonia de una protesta mapuche en tierras del Grupo Benetton.
El gobierno de Mauricio Macri alentó una hipótesis que la primera prueba de ADN la descartaba por completo. La ministra de seguridad Patricia Bullrich, planteó que Maldonado pudo ser herido el 21 de julio, en una disputa con uno de los trabajadores de Benetton, cuando un grupo de mapuche asaltó la caseta en la que dormía el nochero.
El sujeto aseguró que había herido con su cuchillo a uno de los encapuchados, y el gobierno argentino alentó la teoría de que podía ser Maldonado y que pudo ser que muriera por esas heridas. La teoría conspirativa se instaló y algunos medios le dieron espacio, especulando que los mapuches ocultaban el cuerpo y era una operación para fingir que había sido secuestrado por las fuerzas policiales.
La teoría de debilitó cuando el empleado de Benetton dijo que esa herida no era mortal. Pero se mantuvo viva en algunos medios y periodistas muy cercanos al gobierno macrista. La ministra incluso la planteó en el congreso trasandino.
Informa El País que la prueba de ADN fue clara: no es de Maldonado la sangre encontrada en el lugar de la disputa. La información fue entregada por el juzgado de Esquel, que comanda el juez Guido Otranto, quien dirige la investigación.
El juez pidió las pruebas de las camionetas que gendarmería usó el día de la represión de la protesta y en las que, según algunos mapuches, habrían apresado a Maldonado. Otranto todavía no imputa a los agentes pues espera un indicio claro.