Partidazo: Boca y River igualaron y dejan abierta la final de la Libertadores
2-2 finalizó el partido en La Bombonera.
Un partido inolvidable. Eso brindaron Boca y River en la final ida de la Copa Libertadores, que terminó 2-2 en La Bombonera.
La escuadra de Marcelo Gallardo fue muy superior en el primer tiempo, impidiendo los desbordes de Cristián Pavón y cortando el circuito de Pablo Pérez con Nahitán Nández.
En ese sentido fue clave la presencia de Lucas Martínez Cuarta como tercer central, y la presión ejercida por Enzo Pérez y Exequiel Palacios.
Gonzalo Martínez, en ofensiva, fue el más peligroso, pero se topó con dos tapadones de Agustín Rossi.
A los 26 minutos se lesionó Pavón, y Guillermo Barros Schelotto dispuso el ingreso de Darío Benedetto. Los "Xeneizes" pasaron un 4-4-2 y se acomodaron mejor.
Hasta que a los 34' cayó el primer gol. Tras un jugada de derecha a izquierda, Ramón Ábila aprovechó un rebote de Franco para fusilar al seleccionado argentino.
Pero 120 segundos llegó el empate. El "Pity" filtró un gran pase para Lucas Pratto, y el exUC definió cruzado ante la salida de Rossi.
Cuando terminaba el primer lapso, en los 47', los locales volvieron a pegar aprovechando la gran debilidad visitante: los balones detenidos. Benedetto le ganó a una floja marca de Rafael Santos Borres para el 2-1.
Boca arrancó bien el segundo tiempo ante un River dormido, aunque de todos modos consiguió el empate también en un centro frontal. Martínez cobró un tiro libre y Carlos Izquierdoz desvió la pelota hacia su propio arco (61').
Matías Biscay, reemplazando al suspendido "Muñeco", hizo entrar a Ignacio Fernández, Bruno Zuculini y Juan Fernando Quintero. Hubo un retroceso de sus líneas y le bajó el ritmo al partido contra un rival que intentó con envíos largos y tiros de distancia.
Sobre el final pudo haber triunfo del cuadro de la Ribera, pero Armani estuvo excepcional para sacarle el mano a mano a Benedetto.
Dos semanas quedan para la revancha, que se jugará el 24 de noviembre a las 17 en el Monumental de Núñez.
