En «Ciudadano a Pata”: Un recorrido histórico por la vida del escultor detrás del monumento a Baquedano
En la columna de cultura, patrimonio y gastronomía de Ciudadano ADN, Mario Cavalla contó la biografía de Virginio Arias, el destacado artista que esculpió la tradicional estatua de Plaza Italia, que fue retirada para su restauración.
En "Ciudadano a Pata”: Un recorrido histórico por la vida del escultor detrás del monumento a Baquedano
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Durante la madrugada de este viernes, la estatua del general Baquedano ubicada en Plaza Italia fue retirada para ser sometida a una restauración tras recibir diversos ataques.
«Es muy raro ver el sector de la rotonda vacío. Cuando uno se ha criado en Santiago, para uno es un referente, es como una cosa que está presente, aunque no la aprecies. Es parte del paisaje», comentó Mario Cavalla, en una nueva edición de Ciudadano a Pata, la columna sobre cultura, patrimonio y gastronomía de Ciudadano ADN.
Respecto al nombre de la plaza que lleva el nombre del monumento que estuvo a cargo del escultor Virginio Arias, el columnista aseguró que «no hubo una completa aceptación».
«Esa plaza tuvo 3 nombres antes. Nadie habló de Plaza La Serena o Plaza Colón, pero sí quedó Plaza Italia», sostuvo.
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La historia del escultor de Baquedano
El monumento al general Baquedano, que fue inaugurado el 18 de septiembre de 1928, estuvo a cargo del escultor Virginio Arias y al arquitecto Gustavo García. «Fue una obra por encargo», explicó Cavalla.
«A diferencia de la historia habitual de los grandes escultores, Arias no pertenecía a la elite. Es un hombre que viene del campo, de una localidad cercana a Chillán», contó el columnista.
«Se crio pastoreando animales hasta los 12 años. Posteriormente se fue a Concepción bajo el alero del escultor Tomás Chávez, y ahí se dan cuenta que están en presencia de un portento de la escultura«, agregó.
«El salto de calidad que hace desde Concepción, fue a Santiago, y ahí quedó al alero del gran maestro Nicanor Plaza, quien hizo la gestión de conseguirle una beca para estudiar en la Academia de Bellas Artes de París«, narró Cavalla.
Durante ese período, Francia fue la capital de la cultura en el mundo, donde Arias vivió por 15 años. «Ahí generó la mayor cantidad de obras, y que permanecieron en el tiempo, como el Monumento al Roto Chileno, que fue un homenaje a los héroes de la Guerra del Pacífico», explicó el columnista.
Luego de su llegada a Chile, Arias se hizo cargo de la Academia de Bellas Artes de Santiago. «Empezó a relevar nuestros propios escultores, para que tengan la oportunidad de mostrar su talento», contó Cavalla.