¿Por qué se le dice “sopaipa” a la sopaipilla? Este es el curioso origen detrás del nombre

No cabe duda de que uno de los platillos más queridos durante el invierno es la sopaipilla. Esta masa frita es sumamente versátil y se convierte en un aliado perfecto para desayunos, onces, e incluso como postre si se baña en chancaca.

De hecho, cada 10 de julio se celebra esta preparación con diversas actividades a lo largo del país, subrayando la relevancia que ha adquirido en la gastronomía más popular.

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Claro que no son pocas las personas que no la llaman por su nombre oficial y optan directamente por el término “sopaipa”, un apodo que está directamente relacionado con su origen, completamente alejado de este continete.

“Muchos creen que las sopaipillas son chilenas, pero no. Las sopaipillas llegaron a América alrededor del año 1700 y son de origen árabe”, recordó @Viejotuber, conocido creador de contenido en redes sociales.

¿Por qué le decimos “sopaipa” a la sopaipilla?

El término “sopaipa” tiene su origen en el árabe andalusí, donde “súpá” o “sopa” era un tipo de pan empapado en caldo.

La palabra “sopaipa” o “sopa” se usaba para referirse a una masa frita, que se remojaba en líquidos, y con el tiempo la receta evolucionó en diferentes regiones, adaptándose a otros ingredientes y técnicas.

Es más, “sopaipilla” vendría siendo el diminutivo de “sopaipa” y en la antigüedad el freír pasteles similares era común como sustitución de la repostería.

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