Es un caso escalofriante. Julio Moura, músico de la banda Virus, es investigado tras la muerte de su pareja, una chilena de 53 años.

Esto debido a que la mujer fue encontrada sin vida con un lazo al cuello, y una serie de lesiones en las piernas.

Incluso, el medio argentino Infobae detalló que en el lugar, la casa del guitarrista ubicada en la localidad platense de Villa Elisa, también se encontró una soga atada a un tirante del techo, junto a una pequeña escalera.

Una serie de detalles que, de inmediato, llevaron a los investigadores a pensar en que el motivo de su deceso sería una presunta práctica sexual de ahorcamiento, hecho que Moura confirmó, al decir a la policía que “se trató de un accidente durante esa actividad consensuada”.

Asfixia sexual, la peligrosa práctica que habría realizado Moura

Así, inmediatamente varios medios trasandinos comenzaron a hablar de la asfixia sexual, una peligrosa manera de tener sexo.

“La asfixia erótica, también conocida como hipoxifilia, es una práctica sexual que consiste en restringir intencionalmente la respiración durante el acto sexual con el objetivo de intensificar el placer”, indicaron en la web de Perfil.com.

Y agregaron que “esto puede lograrse mediante sofocación manual, el uso de cuerdas, correas, bolsas plásticas o cualquier otro objeto que impida la entrada de aire o el flujo sanguíneo al cerebro”.

Junto a esto, también indicaron que “el fundamento detrás de esta práctica radica en que la reducción de oxígeno al cerebro puede aumentar la sensación de euforia y placer sexual debido a una combinación de factores fisiológicos y psicológicos. Al limitar la respiración, se liberan endorfinas y otros neurotransmisores que potencian la experiencia”.

Una práctica por la que han fallecido famosos como Michael Hutchence, cantante de INXS, quien fue encontrado ahorcado con su cinturón y desnudo en un hotel de Sidney. Y también el actor de Kill Bill David Carradine, quien fue hallado dentro del armario de la habitación en el hotel de cinco estrellas Park Nai Lert con las manos atadas y el cuello enlazado al pene con un cordón de zapato, consignaron en el mismo medio trasandino.

De esta forma, ahora solo queda esperar la investigación para ver que decide la justicia sobre Julio Moura, mientras se llama a tener cuidado con esta peligrosa práctica sexual, que podría costar la vida.