Experto explica las razones tras las miles de muertes súbitas durante el sexo
Esta situación no solo afecta a hombres de avanzada edad, sino que se identificó un grupo de riesgo que tiene como promedio 38 años de edad.
A symbolic image of pleasure or the extreme heat from a nuclear explosion. Hands raised in a symbolic way to illustrate the pain and the apocalypse / Yana Iskayeva
El sexo, una actividad que conlleva múltiples beneficios físicos y psicológicos, también puede estar asociado con un riesgo poco común pero significativo de muerte súbita, según un estudio reciente realizado por investigadores de la Universidad de Londres.
Aunque la incidencia de muerte súbita durante o después del sexo es extremadamente baja, representando solo el 0,2 por ciento de todos los casos de muerte súbita, el estudio destaca la importancia de comprender los riesgos asociados, especialmente entre las personas más jóvenes.
A diferencia de la creencia común de que este fenómeno afecta principalmente a hombres de mediana edad, el estudio encontró que las muertes súbitas relacionadas con el sexo pueden ocurrir en personas de todas las edades. De hecho, el 35 por ciento de los casos en el estudio involucraron a mujeres, con una edad promedio de muerte de solo 38 años.
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Mientras que en hombres mayores la causa más común de muerte súbita relacionada con el sexo es un ataque cardíaco, en personas más jóvenes las razones son diversas y a menudo no están relacionadas con problemas cardíacos preexistentes, señala una publicación de ScienceAlert.
El síndrome de muerte arrítmica súbita, la disección aórtica y las anomalías estructurales del corazón fueron identificadas como las principales causas de muerte súbita durante el sexo en personas menores de 50 años.
Estos hallazgos subrayan la importancia de que los adultos más jóvenes diagnosticados con estas condiciones cardíacas consulten a sus cardiólogos sobre los riesgos asociados con la actividad sexual. Sin embargo, es importante destacar que la incidencia general de muerte súbita durante el sexo es muy baja, incluso entre aquellos con enfermedades cardíacas preexistentes.
Aunque el acto sexual y el orgasmo liberan hormonas beneficiosas como la oxitocina, conocida como la hormona del amor, es crucial estar al tanto de los riesgos potenciales y buscar orientación médica adecuada, especialmente para aquellos con condiciones cardíacas subyacentes.
