Un inesperado traspié sufrieron los primeros minutos del velatorio público de Nicanor Parra en la catedral metropolitana.
Porque tras la llegada del cortejo, sus cercanos expresaron a la gente del templo que la voluntad del antipoeta era escuchar la música de su hermana Violeta, condición a la que se habrían negado, inicialmente.
Luego de la situación su hija, la música Colombina Parra, subió al estrado al costado del altar para informar la situación y advertir que, si no se regularizaba esta situación, harían abandono del lugar.
Finalmente, "Gracias a la Vida" comenzó a salir por los parlantes de la iglesia, subsanando la situación que incomodó a algunos de los cercanos a la familia, quienes lograron cumplir el deseo de Parra.