Este martes se registraron uno de los peores disturbios en China desde las protestas masivas del año 2014. Hasta el momento se registran
al menos 48 policías heridos y han arrestado a 24 personas. La Policía abrió varias rondas de gas pimienta y en un momento dado llegó a lanzar disparos al aire en señal de advertencia.
Varios periodistas que cubrían los incidentes también fueron atacados.
Los sucesos comenzaron durante la noche, cuando la
Policía intentó retirar a un grupo de vendedores ambulantes que habían colocado
puestos callejeros de comida para celebrar el Año Nuevo lunar en ese barrio de clase trabajadora. Según la prensa local, se sumaron a defender a los vendedores simpatizantes del grupo Hong Kong Indigenous, una organización “localista” o que rechaza la influencia china en la excolonia británica. A lo largo de la noche 300 personas llegaron a participar en las protestas.
Los manifestantes rompieron señales de tráfico, arrojaron macetas y ladrillos y prendieron fuego a cubos de basura. A medianoche, la policía ondeó una bandera roja de advertencia y lanzó varias rondas de gas pimienta.
En torno a las 2 de la madrugada, lanzaron dos disparos al aire.
El Gobierno autónomo de Hong Kong condenó “duramente” las protestas y el jefe del ejecutivo, Leung Chun-ying, defendió la acción policial, que asegura que empleó “la mayor de las cautelas”. En anticipación de posibles nuevos incidentes, la Policía hongkonesa ha reforzado la seguridad en la excolonia para el espectáculo de fuegos artificiales en
la bahía que conmemorará la llegada del Año del Mono.
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El País.

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